Cíclica como la luna - La mujer y sus 4 arquetipos

¿Sabias que los arquetipos femeninos son una vía para el autoconocimiento?

“Si pudieran entender que la magia femenina no es locura ni brujería. Que no somos locas sino cuatro mujeres compartiendo el mismo cuerpo. Si somos cuatro y somos una. Somos cíclicas y no lineales como los hombres. Si pudieran entender que como la luna y sus fases, nosotras también cambiamos cuatro veces durante el mes. Si pudieran entender… todo sería más fácil”

Juliaro

La verdad que hace años no entendía todo esto de las mujeres y de su poder, de sus fases, sus ciclos, tal vez, por que necesitaba vivir ciertas vivencias o descubrir estas fases en mí, es más cuando escuchaba a mujeres “mayormente místicas” hablar de diosas pensaba que estaban un poco taradas o pasadas de rosca. Ahora con mi madurez, maternidad y autoconocimiento, he aprendido a entender estas energías de las cuatro mujeres y sus respectivas fases lunares, las estaciones que también la representan, todo unido como un puzle, ha hecho entender más mi mundo interno.

Lo se, si todavía no has escuchado sobre esto te parecerá que estoy loca, y que soy de esas que cree en el horóscopo y la astrología (que también lo creo) así como en la color-terapia y muchas otras cosas como las plantas y la naturaleza, no te creas que soy una maga o bruja pitonisa, tan solo una mujer que ha descubierto que cada una de esas 4 mujeres y sus características viven en mi cada mes.

Hubo un tiempo, el cual iba por la vida bastante descontrolada y no entendía lo que me pasaba, sobre todo en los días previos a mi menstruación y a veces hasta 10 días antes, empezaba a sentir cosas raras, bajones anímicos, excesiva sensibilidad, por ejemplo llorar por nada mientras veía una película la cual me emocionaba, incluso en momentos puntuales previos a esta fase sentía un gran rabia y descontrol dentro de mi de mi que de desbordaba hacia las personas que tenía cerca, estaba más irritada con la vida, la sociedad; incluyo en estas etapas pequeños accidentes destructivos por ir como loca alterada por la vida con el coche por ejemplo con algún choque o multa.¿Pero que me pasaba? Tan solo estaba viviendo la etapa de “la Chamana” un poco descontrolada, es la la que pone límites, la que dice no, la que dice todo más directo, tal vez suelte algún que otro chillo.Vivir esta etapa descontrolada no me parece correcto por ello, cuando siento que se acerca esta fase me digo, vive todo lo que sientas sin reprimir, pero con calma, control.

Seguido de esta fase pasamos a la fase de la anciana relacionada con la menstruación, caminando hacia mi mundo más interno buscando mi verdad desde la calma, desde la sabiduría de las mujeres sabias de esta edad, para salir de ella con fuerza y vitalidad y emprender estos nuevos proyectos madurados para entrar en la fase de la doncella, la virgen, con mucha energía a emprender los proyectos. De ahí, pasamos a la fase de “la madre”, la ovulación, con ganas de vivir más lo sexual, la más maternal y amorosa de las mujeres que cuida su familia y su hogar y organiza, para poco a poco caer en ese descenso de hormonas en picado de ese óvulo que no ha sido fecundado para introducirte en la más verdadera voz de tu interior, tu verdad, la que saca lo que hay dentro sin filtros, “la chamana” también llamada la bruja, y así sucesivamente rotando fases.

Mi viaje al universo femenino empezó con las clases de danza del vientre hace mucho tiempo, cuando tenía 17 años, en la fase de la doncella. Mi maestra era una mujer sabía, Ana González, pintora, bailarina, maestra de reiki entre otras. Me llamaba la atención lo bien que me sentía en sus clases. Es curioso que había mujeres de todas las edades, desde adolescentes como yo, pasando por un rango de mujeres variado de hasta los 65 años. Eso era muy enriquecedor puesto que nos nutrimos unas de otras, sobre todo yo, que me sentía muy protegida por ese círculo de mujeres, en esa edad donde todo se ve inestable. Y la verdad es que en esta sociedad tan individualista y competitiva en la que vivimos, cada vez se comparte menos con otras mujeres, y es eso, lo que me gustaría que rescatáramos! Este mundo femenino de autoconocimiento como mujer del que te hablo, me ha ayudado muchísimo a entender estos cambios a lo largo de mi ciclo menstrual, que todas las mujeres tenemos.

Años después acudí a unas sesiones llamadas “círculos de mujeres” donde aprendí todo esto de lo que os hablo.

Y os preguntareis… ¿y aquí la luna y las estaciones en que fase encajan? todo está relacionado.

A continuación voy a hablaros un poco más de esto, pero antes de nada, ¿sabías qué, dependiendo del momento del ciclo en el que te encuentres, estás más predispuesta a la acción, socializar, comunicarte, sentirte creativa, expansiva o por el contrario en el otro extremo tiendes más a la introversión, análisis de tu vida? Una vez comprendas las 4 fases del ciclo y cómo inciden en tu vida en particular, podrás abrazar todas tus luces y tus sombras.

Aquello que más te gusta de cómo eres y aquello que a veces te hace sentir diferente o distante. Todo es esencial para la vida, pues todo es cíclico, como las estaciones del año. Para llegar al verano, pasamos por el otoño, el invierno y la primavera, aprovechando todas las bendiciones que nos regala cada momento.

LA  DONCELLA  Es la virgen/ su estación es la Primavera/ la luna creciente.

 Es la semilla que brota, salen las flores después del invierno, nuevas posibilidades.

Su fase del ciclo menstrual es la pre-ovulación. Tiene la capacidad de planificar, de fijar objetivos y de dirigirse hacia ellos . Su rito de paso es el de la primera menstruación, la llegada de la sangre y el despertar de la fertilidad. Es la Doncella que vive en nuestro interior, la niña adolescente que no siempre recibió una bienvenida o iniciación positiva al mundo de la mujer. Sanando a nuestra Doncella interior e inspirándose de otras culturas y ritos ancestrales podemos acompañar a las “Doncellas” de hoy en día en su transición de la adolescencia hacia la madurez.

Tal vez todas estas frases no resuenen en ti, pero estoy segura que después de la menstruación te apetece ponerte más guapa, arreglarte, depilarte y salir a cazar.

LA MADRE /su estación es el verano/ su fase lunar la luna llena.

Es la semilla florece, da fruto y madura gracias al calor del sol y a los nutrientes de la tierra. El Arquetipo de la Madre nos remite a la Gran Madre mitológica, a la Madre Tierra, fuente de vida, útero creador, con capacidad de creación y de destrucción. Su fase del ciclo menstrual es la ondulación: fase expresiva, amorosa y fértil en todos sus aspectos. Es sensual y encuentra el placer en la unión. Sabe cuidar y cuidarse y marcar límites. Es Afrodita, Diosa del amor, la belleza y la sexualidad. Desea conocer y ser conocida, impulsa lo creativo y lo procreativo, se implica intensamente y apasionadamente.

El arquetipo de la Madre no se limita por supuesto a la concepción de hijos biológicos sino que abarca todo el desarrollo de procesos creativos y toda época de exteriorización. Nos invita a cultivar nuestra Madre interior y a integrar, en nuestro seno, a la Madre Luminosa y a la Madre Oscura pudiendo así aceptar a la madre real, la humana.

LA CHAMANA (también llamada bruja) /su estación es el otoño/ su fase lunar la luna menguante. 

Es tiempo de recoger la cosecha, de iniciar la poda, de luz decreciente. La Chamana conoce su sombra, se guía por su intuición, es libre, guerrera y sanadora. Su fase del ciclo menstrual es la premenstrual: fase altamente creativa, de conexión con nuestro inconsciente, con nuestra herida y con nuestra verdad.

Su rito de paso es la menopausia, pasaje al poder y a la sabiduría. Ancestralmente las mujeres solo eran reconocidas como chamanas después del tránsito de la menopausia. Nos invita a conocer y desplegar en nosotras a la Mujer Salvaje, enterrada durante siglos y siglos, para acceder a tesoros escondidos.

LA ANCIANA/ su estación es el invierno / su fase lunar la luna nueva.

Es época de hibernación, de quietud y de renovación. La anciana ha cultivado el don del silencio, la escucha, y el desapego. Sabe que en el vacío y en la muerte está la semilla de un renacimiento. Es sabia y visionaria. Su fase del ciclo menstrual es la menstruación: fase de introspección, de descanso y de conexión con lo más profundo en nosotras, el lugar en donde las visiones creativas se gestan. Su rito de paso es la muerte y los tiempos de transición, pérdida y envejecimiento. Con la comprensión cíclica de la vida y la muerte, entendemos que sin desintegración no hay renovación .

La verdad que tenía muchas ganas de compartir contigo estos recursos que me han ayudado muchísimo a entenderme como mujer cíclica y cambiante 

Me ha gustado mucho la idea de imaginar las fases de la luna con los árboles y las mujeres comparto esta imagen.