Hoy es el día de dar gracias. A menudo pasan los años y no somos conscientes si no paramos, de todo lo bonito que nos ha ofrecido la vida, detrás, también está la parte del aprendizaje, del madurar, del entender a las personas, de descubrir diferentes caracteres y respetarnos. Ser profesora de danza te permite la posibilidad de compartir momentos y sentimientos con otras mujeres.
En esta foto está mi batallón de mujeres fuertes y valientes bailando, sinceramente, ¡que momentos tan intensos y tan emocionantes hemos vivido en los escenarios y clases durante estos años!. Yo concretamente, he pasado de ser una niña a una mujer, también madre y ahora adulta. Ahora, puedo mirar esos momentos con otra mirada, una mirada más tranquila, más paciente, más segura.
Me encantan esos días en los que aparece una foto, o un video y te transporta a algún año pasado a un sitio concreto. ¿Os ha pasado? Aquí concretamente estamos en un centro cívico de Pamplona, bailando una coreografía que estoy intentando rescatar del año 2015, una coreografía fácil y sencilla, de esas con un ritmo lento y sin estrés.
Hoy es un día de agradecimiento a las alumnas que les impartí clases durante tantos años, alumnas a las cuales guardo especial cariño, por esos momentos vividos y disfrutados.
Gracias por vuestra luz y por vuestra oscuridad y enseñanza.